En aquel Mundial, España llegaba como una de las candidatas a medalla pero la Alemania de Dirk Nowitzki se cruzó en los cuartos eliminando a España. Como Leeson informó en su propio relato de cómo se las arregló para sacar adelante una conducta tan arriesgada durante tanto tiempo, no fue porque los demás no fueran conscientes de que lo que estaba haciendo era potencialmente peligroso. En esa instancia derrotaron a la selección inglesa por 3:1. En semifinales vencieron al local Chile 4:2 y en la gran final, el Scratch volvió a encontrarse con la selección de Checoslovaquia.